En los últimos años cada vez más se habla de los torniquetes. Algo que originalmente parecía destinado únicamente a los terrenos de batalla, e incluso allí era tratado como algo tabú (sobre todo por la medicina de nuestro país) se va implantando cada vez más, pero no solo en tierras lejanas y por nuestras tropas, si no en la vida civil y de cada día. Los últimos atentados indiscriminados están demostrando la utilidad de un útil que tiene un coste bajo, no pesa y se puede transportar en cualquier sitio.
Pero, ¿Hay que aflojarlo? ¿Sólo lo puedes usar en caso de riesgo extremo para la vida? Vamos con los 5 mitos más habituales sobre los torniquetes.
1. Los torniquetes se deben utilizar solamente como último recurso.
Este es un enfoque peligroso y anticuado. Hay una cantidad abrumadora de datos contrastados que tumban este mito. Si estas está asistiendo a una clase y eso es lo que están diciendo, te aconsejamos que busques una segunda opinión.
Existen multitud de ejemplos en el mundo real que atestiguan la normalidad en el uso de torniquetes y como salvan vidas a diario en la vida civil.
En un marco táctico o de tirador activo, el torniquete se convierte en un «must» y se debe utilizar ante la simple sospecha de que una víctima está sangrando por una extremidad. Durante muchos años las hemorragias de las extremidades fueron la principal causa de muerte prevenible en el campo de batalla, ahora ya superada por las hemorragias en las zonas de unión (axila, ingle, y el cuello).
Mejoras significativas en la formación, junto con la disponibilidad de torniquetes han dado como resultado una marcada disminución de la mortalidad. A través de la educación en sistemas como el TCCC y la persistencia de los militares han cambiado la forma en que vemos los torniquetes a pesar de las veces que se ha repetido lo de «sólo como último recurso».
2. La colocación de un torniquete es igual a la pérdida de la extremidad.
La perdida de una extremidad por el uso de un torniquete es extremadamente rara. En cualquier caso es mucho menor que el riesgo de los efectos de una hemorragia. Es de total aplicación «Vida sobre la extremidad». Existen multitud de casos documentados donde pacientes con torniquetes comerciales lo han tenido durante 8 horas y más y no han perdido la extremidad. En los casos que se ha producido, ha sido atribuido a una herida de bala, lesión por estallido, metralla, fragmentación, traumatismos de alta velocidad y no como resultado del flujo sanguíneo restringido de la colocación del torniquete.
3. Los cinturones son el mejor torniquete.
Este es un completo disparate. El cinturón es un terrible torniquete; es extremadamente difícil, si no imposible para ocluir completamente el flujo de sangre arterial utilizando un cinturón. La utilización de un cinturón de hebilla nunca estará suficientemente apretado y tratar de apretar el cinturón retorciéndolo es un problema debido a su rigidez. El palo para poder apretarlo debería ser algo tan grande como la pata de una silla. Si es mejor que nada, pero lo importante es concienciarse que es mucho mejor un torniquete comercial.
4. Los torniquetes improvisados constituyen equipación médica adecuada.
Usar medios de fortuna en caso de urgencia no sólo es aceptable es encomiable. Existen multitud de historias de personas que han actuado como primer interviniente proporcionando unos primeros auxilios fundamentales. Brian Ludmer, un maestro de escuela que fue disparado en la pierna durante el tiroteo de Los Angeles, se arrastró hasta una tienda y consiguió encerrarse en el almacén. Encontró una sudadera y se la ató alrededor de la pierna para frenar la hemorragia. Frenar la hemorragia es exactamente lo que pueden hacer los medios de fortuna, no detener. Instituciones sanitarias, bomberos, policías, protección civil y cualquier otra institución al cuidado de los ciudadanos se comportarían de manera negligente si no están equipados con torniquetes de fabricación comercial, que SI detienen las hemorragias.
Tras el atentado del maratón de Bostón, donde muchas vidas se salvaron gracias a la improvisación, la policía ha sido dotada de torniquetes. Cuando alguien esta sangrando significativamente, no es el momento para el arte y la artesanía.
5. Este es el mejor torniquete.
Los torniquetes comerciales al igual que cualquier otro elemento de la equipación tienen ventajas y desventajas, fortalezas y debilidades. Todos ellos tienen matices sutiles y reglas generales con respecto a su uso. Si buscamos el más recomendable la pregunta sería «¿El más recomendable para quién, cuándo y dónde?» El torniquete que funciona bien para un infante de marina en su chaleco balístico, puede no ser la mejor opción para alguien que hace trabajo de paisano. El torniquete que se lleva en operaciones policiales de equipos especiales, sería una mala elección en un tiroteo en la escuela con pacientes pediátricos esperados. El torniquete que se utiliza en un área controlada de urgencias sería difícil de utilizar en un ambiente estresante con poca luz.
Los torniquetes vienen en todas las formas, tamaños, colores, y realizan el trabajo de múltiples formas. Al igual que con cualquier otro trabajo, una tarea o misión la respuesta sensata es elegir la herramienta más adecuada para el trabajo.